Los médicos debemos estar conscientes de que en el plano gremial debemos enfocarnos básicamente en las luchas reivindicativas y no en las luchas políticas.
Quiero reiterar que los médicos no son una clase social, pertenecemos a la pequeña burguesía, igual que los ingenieros, abogados, enfermeras, bioanalistas, psicólogos, odontólogos. Los médicos somos un sector de la clase pequeñoburguesa.
Cada sector de clase debe tener su propia conciencia, conocer su esencia, su medio de subsistencia y otras características que identifican su condición social, necesidades, intereses generales y específicos. La conciencia de clase es básica para la integración de cada sector de clase.
En ese sentido, los médicos debemos tener la conciencia que nos permita saber nuestra realidad, quiénes somos, para qué servimos, porqué y para qué existimos, cómo nos relacionamos, con quiénes competimos, quiénes son nuestros adversarios, cuáles son nuestras necesidades, cómo organizarnos, quiénes nos representan y cómo lo hacen.
La conciencia de clase de los médicos nos motiva a organizarnos, a integrarnos, a unirnos, a capacitarnos, a luchar por las conquistas y reivindicaciones para mejorar nuestras condiciones de existencia. Lo más importante de la conciencia de clase es que nos permite entender la explotación a la que somos sometidos los médicos en esta sociedad.
Los médicos debemos estar conscientes de que en el plano gremial debemos enfocarnos básicamente en las luchas reivindicativas y no en las luchas políticas. Debemos tener conciencia de que nuestros intereses no son comunes a los de los gobiernos ni tampoco a los de los partidos políticos. Cada uno debe estar enfocado en lo suyo.
Los intereses de los médicos no son compatibles con los de los gobiernos, no por ser sus enemigos, sino porque cada uno tiene sus compromisos y necesidades. Los médicos necesitamos reivindicaciones y los gobiernos se oponen porque los recursos los tienen comprometidos con otros sectores y otras áreas de su interés. Esa es la base de los enfrentamientos.
Así mismo, los intereses gremiales de los médicos son contrarios a los de los partidos políticos, porque nosotros estamos enfocados en reivindicaciones y los partidos en el poder. La adopción de posiciones políticas de parte de los médicos en el gremio podría ser un error que provocaría la división interna, porque confluye una gran diversidad de corrientes políticas en su interior. La adopción de posiciones políticas en el gremio puede radicalizar a los gobiernos contra nosotros, como ha ocurrido en ocasiones.
Por eso es tan importante la conciencia de clases, porque nos fortalece espiritualmente y nos orienta en la toma de decisiones, evitando que nos convirtamos en marionetas de los dirigentes de los partidos políticos de la oposición y de los gobiernos. Los partidos que resuelvan sus problemas porque nosotros tenemos demasiado.
En los gremios la lucha debe ser reivindicativa y no política, por eso y por todo lo dicho anteriormente, el Colegio Médico no debe estar atado a ningún gobierno ni a ningún partido político de oposición.
Nuestras luchas reivindicativas deben ser libradas desde el Colegio Médico. El gremio es nuestro bastión de lucha, nos representa y defiende, no debemos dejarnos confundir por sectores que quieran desviarnos de nuestros objetivos, debemos ser previsorios, precavidos e inteligentes y sopesar cada decisión y cada paso.
Las luchas demandan la unidad de los dirigentes en nuestro gremio, no debemos ser tolerantes con los traidores, a los traidores hay que identificarlos con tiempo y sacarlos de combate para evitar el fracaso de la lucha.
Los traidores son personas muy poderosas y peligrosas, pueden más que mil valientes, como dice Sonia Silvestre en su canción, actúan y trabajan en la sombra, a espalda y en contra de los que luchan.
La conciencia de clase nos sirve para no dejarnos confundir, para conocer cada dirigente, diferenciar a los que han luchado toda la vida por los intereses y reivindicaciones de los médicos, de aquellos en los que no se puede confiar.
Es necesario conocer la trayectoria de cada dirigente, los que luchan de manera desinteresada por el sector y los que solo han ido a aprovecharse de la nobleza de los médicos y de la causa.
Inteligencia contra violencia.
*El autor es médico pediatra y dirigente gremial del CMD
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