Para mejorar los salarios de los profesionales de la salud, y que los médicos puedan vivir en condiciones más dignas, con mayor sosiego, estabilidad laborar y emocional, es impostergable aumentar la inversión en el sistema sanitario.
Durante décadas los médicos hemos estado luchando por mejoría salarial y exigiendo cambios en el sistema de salud de la República Dominicana, las cuales han sido las principales demandas de los últimos tiempos, pero ningunas de las dos, hasta ahora, hemos podido lograrlas, porque los recursos dispuestos son insuficientes.
Los recursos son insuficientes debido a que la inversión del Estado dominicano en salud es baja, asciende a la ínfima suma del 1.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PBI), señaladas como una de las más bajas de la región, que promedia de 5 a 7 por ciento.
Sin un incremento sustancial de la inversión del Estado en la salud, seguiremos teniendo un pueblo enfermo y hospitales destartalados, en condiciones deplorables, con carencias de tecnologías, de recursos humanos calificados, de equipos, material gastable e insumos, provocando estas deficiencias, una baja capacidad resolutiva del sistema y mala calidad de los servicios.
Sin un mayor financiamiento en la salud seguiremos teniendo los peores indicadores sanitarios en la región, elevadas tasas de mortalidad materna y mortalidad infantil e incremento de la morbimortalidad de la población producidas por enfermedades crónicas no transmisibles.
Para impulsar la atención primaria, que se enfoca en la prevención y la promoción de la salud, es necesario hacer una mayor inversión, y con esos recursos construir nuevos centros de atención primaria, rehabilitar los existentes y dotarlos de la infraestructura básica para su funcionamiento.
Para abatir el galopante desempleo de los médicos, que afecta principalmente a los profesionales más jóvenes del país, eliminando la inequidad que ha prevalecido durante tantos años en la República Dominicana, es necesario realizar una mayor inversión en la salud.
Para mejorar los salarios de los profesionales de la salud, y que los médicos puedan vivir en condiciones más dignas, con mayor sosiego, estabilidad laborar y emocional, es impostergable aumentar la inversión en el sistema sanitario.
Para lograr todo esto, hay que concitar una gran alianza con diferentes sectores de la nación, con organizaciones populares, sociedad civil, grupos de opinión y de presión, involucrando a todos los que de alguna manera les duela, a los que se sientan afectados, a los que les preocupa, a los que tienen conciencia y los que están sensibilizados con la problemática de la salud del país.
Esa gran alianza multisectorial debe ser básicamente para exigir un incremento sustancial del PBI a la salud y un cambio del viejo modelo sanitario por uno nuevo. Un sistema de salud de redes, integrado, eficiente y eficaz para todo el pueblo dominicano.
Visto que desde hace muchos años los médicos hemos estado demandando un incremento de un 5 % del PBI para la salud, que no ha sido posible conseguir, porque la salud no es una prioridad para los gobiernos, ni ninguna de las directivas que ha tenido el colegio médico. Pero esto ya no aguanta más tiempo.
Por lo dicho antes, desde el Colegio Médico debemos abocarnos a priorizar la salud y luchar de forma decidida por un incremento de la inversión del PBI en la salud, un renglón tan importante en la vida de los pueblos. Este aumento no necesariamente tiene que hacerse de forma brusca.
Una propuesta inteligente y viable seria convenir con el Estado un incremento progresivo, paulatino y constante de 0.5 por ciento anual, hasta llegar a la meta de un 5 %. Con esta decisión, en solo 4 años vamos a igualar las cifras que se ha alcanzado hasta ahora, en toda la historia de la salud de la República Dominicana, y duplicar la inversión, pasando de un 2% a un 4 % del PBI en ese lapso de tiempo.
Esta decisión no es para mañana, es ahora y no para después
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