El robo se produjo a media mañana, sobre las 11.30, hora local. El vehículo de UPS estaba entregando un lote de 313 dispositivos en tienda de un centro comercial para que tuviesen ‘stock’ suficiente este viernes, de cara a la gente que acuda sin reservas. Y es que como han asegurado varios medios estadounidenses, fuentes cercanas a Apple han asegurado que los clientes que hubiesen precomprado el terminal hace un semana podrían recogerlo sin ningún problema.
Un botín cifrado en 370.000 dólares
“Tres hombres fornidos con sudadera”, tal y como han explicado, asaltaron el camión cuando estaba aparcado y descargando la mercancía. En cuestión de unos pocos minutos se llevaron el apreciado botín.
Robar iPhones fue, es y ha sido una actividad lucrativa para delicuentes. Por ello se implementaron medidas adicionales de seguridad como un código de desbloqueo o la función ‘Dónde está mi iPhone’. La cuestión es que en este caso los teléfonos no pueden ser rastreados con este sistema porque eran completamente nuevos, no estaban configurados. Las autoridades policiales confían en detener a los responsables gracias a los números de serie de los terminales.
Las autoridades policiales en el informe hablan de un botín por más de 370.000 dólares. No hay que olvidar que el modelo de 256 GB cuesta en Estados Unidos 1.200 dólares. No hay demasiadas pistas sobre los autores del crimen, más allá de que llegaron y huyeron en una furgoneta Doge Blanca. Según el testimonio del conductor de UPS, este empleado aparcó su vehículo en la zona de carga del centro comercial Stonestow.
No han quedado muy claras las circunstancias pero parece que ese momento fue aprovechado por los atracadores para colarse en el camión y descargar las cajas. Fue bastante rápido, según la Policía, pero hubo tiempo suficiente para que un empleado del centro consiguiese sacar una foto.
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