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sábado, 3 de febrero de 2018

Delincuentes operan a sus anchas en comunidades de Barahona

CANOA: Don Freddy Marte González (Alfredo), los domingos no tiene muchas obligaciones, aunque va a los conucos, ubicados a 2 o 3 kilómetros de su casa. El pasado domingo se vio obligado a ir más temprano de lo habitual como si se tratara de un día de la semana cualquiera. Un día normal se deja el pellejo en las duras jornadas agrícolas. Se faja de sol a sol. Café y algunas frutas ayudan a sostener el estómago.


El pasado domingo junto a varios jornaleros (haitianos y dominicanos), Marte González acudió a uno de sus conucos sembrados de plátanos porque tenía un corte programado para ese día. Se efectuó como estaba previsto, pero hubo una variable perturbadora.

Como es costumbre en los campesinos entonar canciones para olvidar el duro trabajo, el agricultor de 63 años, junto a sus obreros, casi todos jóvenes, arreciaban el corte de plátanos, unas 36 cargas que esperaba el comprador en la misma finca.

Adrián Rutinel Santos, un viejo conocido comprador de plátanos, nativo de Las Charcas, una comunidad de la provincia de Azua de Compostela, adquirió las 36 cargas cortadas, a razón de RD$2,400.00, menos las rabizas, así se llama a las musáceas más pequeñas, principalmente las de la parte de abajo del racimo, que tienen un precio menor.

¡Ay! ...los delincuentes

Todo parecía transcurrir con normalidad y como en los trabajos del campo, sobre todo, en la parte agrícola, la solidaridad entre obreros, incluidos los dueños de las parcelas, pero de pronto los ánimos se alteraron porque tres intrusos, encapuchados para evitar ser reconocidos, casi matan al comprador de plátanos de un balazo.

Los RD$70,000.00 que Rutinel Santos pagaría por las 36 cargas de plátanos a Marte González, dueño de la parcela, se lo quitaron a punta de pistola a las 10:00 de la mañana tres asaltantes encapuchados.

Esa situación pudo terminar en una tragedia, debido al pedido de uno de los delincuentes para que le dispararan, accionando uno de los antisociales un revólver que casi mata de un disparo al comprador de plátanos, pero “solo le quemó el vientre”, quien se lanzó al suelo de inmediato. Todos creían que lo habían herido, pero solo lo rosó la bala disparada por los asaltantes.

En total, los tres hombres, armados de una pistola, un revólver y un cuchillo, despojaron un total de RD$92,600.00 entre el comprador y el vendedor: RD$91,000.00 del primero y RD$1,600.00 del segundo, así como tres celulares.

Luego, en una acción relámpago, y que don Freddy Marte González cree fue planificada, los tres sujetos apuntando a sus víctimas con las armas huyeron con el botín de la misma forma en que llegaron a pie, pero se llevaron las llaves del camión para evitar ser perseguidos por éstos o que den parte a las autoridades.

No hacen nada

Como ocurre en esta comunidad, a lo largo y ancho de la región, la delincuencia tiene al garete a los comunitarios, ya que desde los poblados de las provincias Pedernales, Barahona, Bahoruco e Independencia, son denunciadas las acciones llevadas a cabo por los delincuentes.

El pasado fin de semana delincuentes encañonaron a la esposa de un reconocido médico de esta ciudad, el ortopeda Rafael Sánchez Shanlatte; apuntaron con un arma a la cabeza a su hijo de apenas 6 años y obligaron a su esposa a entregarle sus pertenencias, incluido su celular y otros objetos.

Ese es solo un hecho de los tantos que ocurren en toda la región, mientras los habitantes de la zona reclaman una mayor presencia y vigilancia por parte de la Policía Nacional, pero, al parecer, el Director Regional Sur, general Orlando Martin Pichardo Reynoso, perdió la batalla frente a una desafiante delincuencia.

Deben quitarlo 

El destacamento de Policía en esta comunidad de Canoa, funciona en una vieja casona, techada de madera, zin y block, que luce destartalada, sin comunicación, un poco abandonado el espacio interior, un televisor de los que ya no se usan, cuatro agentes asignados, quienes se turnan de a dos cada dos o tres días.

Mientras la principal institución responsable de ofrecer resguardo y seguridad a los ciudadanos se encuentra en esas deplorables condiciones, hay una ciudadanía que reclama a una policía mayor vigilancia, así como enfrentar a los enemigos de la paz ciudadana.

Sixto Celestino Amador Espejo, exdirector Regional 01 de Educación, residente en esta comunidad, el exdirector de la Junta de Distrito Artemio Méndez Matos (Rubin), consideran que esa institución “no debiera ni existir”, debido al deficiente servicio que ofrece a la población.

Amador Espejo consideró que el destacamento de Policía solo funciona, pero con evidente precariedad, cuando ocurre algún conflicto en el poblado y se requiere intervengan los agentes asignados, “pero casi siempre deben pedir refuerzo a Barahona”.

La bendita democracia      

Para los comunitarios los delincuentes llevan las de ganar, primero una policía que está en todo menos en disponer control a los delitos; con una ley que permite a la delincuencia operar a sus anchas, sin poder ser detenidos para presentarlos a la justicia y que dispongan su encierro en la cárcel.

El exejecutivo distrital Méndez Matos, así como el atracado agricultor Marte González, dijeron que es poco lo que se puede hacer, ya que razonan que para apresar a un ladrón “deben buscarse siete testigos” y muchas pruebas.

Don Bulmaro Marte, consideró que el problema de la delincuencia es la democracia, considerando que no se puede permitir tanta democracia en el país, porque entiende la delincuencia puede actuar más a sus anchas sin ser enfrentadas como lo hace en la actualidad.

Precisó que debido a esta situación todos estos pueblos de la Cuenca Baja del río Yaque del Sur, otrora comunidades tranquilas, trabajadoras e interesadas más en las luchas sociales por mejorar las condiciones de bienestar de sus respectivas poblaciones, hoy han tenido que transformar sus estilos de vida producto de la delincuencia.

Sixto Celestino Amador Espejo, atribuyó, asimismo, el problema, a la enorme migración haitiana en la comunidad de Canoa, muchos de los cuales, aclara, vienen al poblado a trabajar para mantener a sus familias, pero considera que una parte importante ha venido a cometer fechorías.  

Se recuerda que a los finales meses del pasado año 2017, www.lalupadelsur.com realizó un amplio reportaje sobre la delincuencia que afecta a Canoa, así como a los pueblos de la Cuenca Baja del río Yaque del Sur, pero la Dirección Regional Sur no se preocupó en resolver el problema de inseguridad en la zona.

El director de la Junta de Distrito, el médico odontólogo Benigno Siré de León, quien no se encontraba en la comunidad cuando acudimos a entrevistarlo, el pasado año, dijo que no eran de esta localidad quienes cometían asaltos, sino de comunidades vecinas, entre ellos Bombita, La Hoya y Santa Cruz de Barahona.

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