Shakira encumbra los Juegos de Barranquilla con un nostálgico concierto
Barranquilla (Colombia) (EFE).- Shakira encumbró este jueves la inauguración de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe con una vibrante presentación en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, donde reafirmó con sus canciones el amor por su natal Barranquilla.
Tardó doce años para reencontrarse con los suyos pero valió la pena la espera. Con los movimientos de sus caderas cerró por lo alto una noche inolvidable para los barranquilleros y los cientos de deportistas que desde este jueves están concentrados en la capital del Atlántico para participar de las justas.
Con “Me enamoré” encendió su presentación mientras las gigantescas pantallas evocaban que, al son de unos mojitos, entregó su corazón. Enfundada en un vestido de tonalidades rojizas, la colombiana se movió con soltura en el escenario en el primer bocado de una corta pero sustanciosa presentación.
Tras interpretar el éxito de su álbum “El Dorado”, que invitó a cientos de asistentes a ubicarse sobre la enorme plataforma blanca que cubrió la gramilla del estadio para albergar todos los números artísticos que hicieron parte de la inauguración de los juegos, continuó con un derroche de carisma que fue recibido con emoción por los miles de espectadores.
Soltó su saludo: “¡Buenas noches, Barranquilla!” y “¡Quiero verte bailar, Curramba!” para enviarle la primera señal a su público, ese que entre el éxtasis y la nostalgia recibió las tres canciones que cantó Shakira, sabiendo que “El Dorado World Tour” llegará a Colombia en noviembre con un único concierto en Bogotá.
Esa conexión casi metafísica que dijo vivir con los fanáticos, por el problema en su garganta que puso en riesgo su carrera, brotó mágicamente al ritmo de “Hips Don’t Lie”, pues con esa canción los barranquilleros la sintieron aún más suya y vibraron con el impecable performance que realizó para exponer lo mejor de su baile con esas caderas que regresaron a ‘La Arenosa’.
El “baila en la calle de noche, baila en la calle de día” puso en el punto más alto el concierto para darle paso al memorable “en Barranquilla se baila así”, coreado en todo el planeta pero nunca sonó tan bello como esta noche, en la inauguración de los Centroamericanos, que al ritmo de tambores hizo bailar a la artista de 41 años.
La cumbia apareció para cerrar esa segunda canción y darle entrada a la Shakira más terrenal, que recuperó su acento costeño para decirle a sus coterráneos que su vínculo es eterno. “Estoy feliz de estar en casa. Nada como cantar en mi casa. Estoy orgullosa de que sea la sede de este evento y de mi gente”, expresó.
“A capela interpretó una primera dosis de “La Bicicleta”, mientras en las pantallas la acompañaba el también colombiano Carlos Vives para hacer de modo virtual el dúo.
Así, entre los ritmos tropicales de ese sencillo que permitió la unión entre los dos artistas, la hija de Barranquilla se despidió con un cielo iluminado y los gritos de un público complacido con su regreso a casa.
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