OPINIÓN: Entre el protocolo y el miedo.

Por Luis Terrero Terrero

¨No podemos ayudar a todos, pero todos podemos ayudar a alguien¨. 

En estos días hemos visto que nuestra población se alarma al ver lo que está pasando a nuestro rededor, producto del coronavirus, personas que se desmayan en hospitales, clínicas, y hasta en nuestras calles, pero nadie se acerca a auxiliarlos, evidentemente por temor a infectarse del covid19.

Recientemente acabo de leer una información del periodista Solimar Betances, donde manifiesta que fue abandonada a su suerte una señora de unos 47 años de edad, además el hijo de la señora, un militar perteneciente al ERD, se queja de que es un abuso por parte de los que deben asistirla, entiéndase personal medico y de enfermería del hospital Jaime Mota de Barahona.

Ahora bien la gran pregunta que nos hacemos todos. ¿Cuentan nuestros hospitales con el protocolo necesario para recibir pacientes sospechosos de COVID19?, por lo que he podido ver, me parece que no, entonces aunque auxiliar una persona en momentos difíciles, es un acto de amor al prójimo, sin embargo en este caso pienso que mientras más se les proteja a estos guerreros de la salud, más  personas afectadas pueden ayudar.

Entiendo que el ministerio de salud ha tratado de controlar esta pandemia, pero la realidad es que los ciudadanos no quieren colaborar y mientras sigan en las calles, como si nada pasa, entonces preparémonos a recoger los muertos con tractores, sin ánimos de querer ser pesimista, pero es que los COVIDIOTAS no quieren entender que el encierro es la mejor manera de combatir este peligroso mal, que debemos usar protección a la hora de salir a las diligencias obligatorias, como son farmacias, bancos, mercados, supermercados, asuntos de salud, etc. Entender que las autoridades luchan por nosotros, pero que la solución está en nosotros, valga la repetición de la palabra.

Por último quiero acotar que el próximo administrador de la cosa pública debe tomar muy en serio lo que es el sector salud, no es posible que a estas altura del juego todavía el sector salud no llega al 3% del PIB, Encima de las denuncias de los actos de corrupción que giran en torno de ese bajo presupuesto, en pocas palabras estamos ante heroes que pueden lograr maniobrar frente a estas precariedades.