Y del otro lado, sobre la justicia, a espera de respuesta a sus urticantes preguntas al cuerpo policial, para que explique dónde estaba, qué hizo y cómo se salvó la unidad de seguridad que debió proteger al presidente del ataque mortal en su propia residencia.
Todo lo que se ha tejido detrás de este caso sigue haciendo de este traumático suceso un patético embrollo que, quizás, al final, nadie conozca jamás toda la verdad.
Se ha difundido que los mercenarios fueron reclutados por Charles Emmanuel Sanon, ahora detenido por la policía haitiana, y de quien se afirma es el presunto “cerebro” del magnicidio, mediante la empresa CTU Security LLC, con sede en Miami, Estados Unidos, que habría gestionado el traslado de los individuos.
No importado lo que pueda establecer un día el reporte final sobre esta tragedia, el asesinato de Moise ya está atrapado en la creencia de que su propia seguridad acabó consu vida, y que el comando señalado como ejecutor del magnicidio podría ser una coartada para algunos saltar culpas y proclamar inocencias.
Otros, en cambió, aceptarán que aquellos que tiraron del gatillo siguen siendo asesinos exteriores pagados.
¿Por qué no van?
Mientras tanto, en la confabulación interna, el jefe de seguridad del palacio presidencial, Dimitri Hérard, que ya se negó declarar ante la Fiscalía; el inspector Amazan Paul Eddy, responsable del CAT Team, y el comisario Jean Laguel, coordinador general de la seguridad presidencial, habrían abierto las vías para el acceso sin resistencia a la casa de la familia de Moises.
En el caso especifico de Hérard, autoridades de Colombia ya informaron que este hizo varios viajes a Ecuador, Panamá y República Dominicana, como tránsito hacia Colombia, el país de donde proceden 26 de los 28 miembros del comando. Así, cada día aparecen nuevos elementos, mientras los cuerpos haitianos y agencias de investigación internacional siguen destejiendo una trama que, desde un principio, involucra en la ejecución directa a la policía del país vecino, a colombianos y estadounidenses.
Contratos y protección
Los documentos a los que tuvo acceso The Whashington Post demostrarían que, según el diario El Tiempo, de Colombia, los exmilitares colombianos involucrados en el magnicidio de Jovenel Moïse fueron contratados para la seguridad personal de Sanon.
El Post tumba versión de PNH sobre RD
El intento la semana pasada del director general de la policía haitiana, Léon Charles, de identificar a la Republica Dominicana como base del plan del asesinato de Jovenel Moies, en un hotel de Santo Domingo, se encontró con una versión del diario estadounidense The Washington Post, que negó esa versión en un reportaje de investigación y reveló que la trama de Christian Emmanuel Sanon, que aspiraba a la presidencia de Haití, no se desarrolló aquí, sino en una sala de conferencias de Fort Lauderdale, en Florida.
En una foto que se ha vuelto viral en las redes sociales, se puede ver a dos de los sospechosos detenidos y al exsenador Joel John Joseph, objeto de una orden de captura, participando codo con codo en una reunión.
Según el director de la Policía Nacional de Haití, Léon Charles, las personas en la imagen estaban reunidas en un hotel de Santo Domingo. “Alrededor de la mesa están los autores intelectuales, un grupo de reclutamiento técnico y un grupo de recaudación de fondos”, dijo a la prensa.
En la fotografía también estaban el titular de la firma de seguridad venezolana CTU (con sede en Miami), Antonio Emmanuel Intriago Valera y el titular de la empresa Worldwide Capital Lending Group, Walter Veintemilla.
Un país corroído
La crisis política de varios años que corroe a Haití tiene sus complejidades, y una marca negra en eventos extravagantes, pero con sus motivaciones.
El asesinato de Moise se produjo dos días después de haber designado el día 5 de julio al doctor Ariel Henry, un hombre de su cercanía, como primer ministro, en reemplazo de Claude Joseph, de quien se levantaron sospechas por el crimen.
Como sucedió con el relevo de Joseph, la constitución haitiana manda que en caso de vacancia, renuncia, destitución o incapacidad física o mental permanente del presidente, el Consejo de Ministros, presidido por el primer ministro, debe ejercer el Poder Ejecutivo hasta la elección del nuevo presidente, en un plazo no mayor a 120 días.
Luego, Henry, tras la conmoción de su país por la muerte de Moise, declaró que no deseaba “echar aceite al fuego”, con su reclamo de primer ministro, para más crisis, en momentos en que Haití “se incendia”.
Enfrentados con todos
Desde su juramento como presidente en 2017, Moise tuvo que enfrentar bloqueos institucionales en el parlamento por una minoría que el consideraba “violenta¨, y que se había negado a votar el presupuesto y la ley electoral.
Y cuando el mandatario inició reformas en sectores clave de su país, los problemas de inestabilidad política y de violencia empezaron a arder sobre el techo de su gestión.
Basta citar las reformas en sectores clave. ¨Acabé con los contratos corruptos que representaban un total de 4.500 millones de dólares, recuperé maquinaria pesada del Estado que había sido robada, inicié reformas en la importación de productos petrolíferos, electricidad y obras públicas.
También combatí la especulación de la moneda con el objetivo de aumentar los beneficios para el país. Además, hubo inversiones del Estado para aumentar la producción agrícola y disminuir las importaciones¨, afirmó Moïse en su momento.
Los problemas con el sector eléctrico
Jovenes Moises había estado insistiendo sobre un plan de golpe de Estado y asesinato en marcha, acusando siempre a “un grupo de familias vinculadas al sector eléctrico” de intentar asesinarlo.
Respecto a quienes estaban detrás de todo esto, Moise señalaba a los Vorbe, una de las familias más poderosas y dueñas de la electricidad en el país.
Al diario El País le dijo en una ocasión que “el golpe de Estado no es un hecho puntual, sino una secuencia de acciones”, y que sus decisiones le “sientan muy mal a quienes se sienten poderosos e intocables”.
MENSAJE
RD condenó crimen
El presidente Luis Abinader emitió una declaración de condena por el magnicidio del presidente haitiano, Jovenel Moïse, y su solidaridad con la primera dama, Martine Moïse, herida en el ataque.
“Este crimen atenta contra el orden democrático de Haití y de la región. Nuestras condolencias”, escribió el mandatario.
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