Un baluarte de la cultura popular mexicana. Una mujer que trascendió generaciones gracias a sus personajes de madre abnegada y guerrera. Una actriz que se volvió tan cercana a su público que la hizo propia, al punto de referirse a ella como ‘mi Carmelita’.
Carmen Salinas murió este viernes, casi un mes después de haber sufrido un derrame cerebral que la dejó en estado de gravedad.
Su productor, Juan Osorio Ortiz, lo confirmó a través de su cuenta de Twitter: "Esta noche será recordada con una gran tristeza, Carmelita Salinas, ya está con Dios. Dejándonos su gran legado".
En el canal de Las Estrellas también notificaron su fallecimiento: "El mundo del espectáculo se viste de luto por el sensible fallecimiento de la legendaria actriz de cine, teatro y televisión Carmen Salinas. Descanse en paz".
"Agradecemos todos los mensajes de apoyo y muestras de respeto hacia nuestra familia. Así como las muestras de cariño y oraciones que brindaron por nuestra amada Carmelita Salinas", dice un comunicado publicado en la cuenta de Instagram de la actriz.
Nacida el 5 de octubre de 1933 en la norteña ciudad de Torreón, en el estado de Coahuila, Carmen Salinas Lozano fue hija del matrimonio de Jorge Salinas Pérez Tejada y Carmen Lozano Viramontes.
Carmen Salinas cursó la primaria en la escuela Alfonso Rodríguez, en esa institución iniciaron sus aspiraciones artísticas, al ser convocada, desde el primer grado, como la “estrella” de los festivales escolares.
Logró su incursión en el medio del espectáculo en la década de los cincuenta en una feria local de Torreón dedicada al algodón, junto a figuras de la talla de Pedro Vargas, Ana Bertha Lepe, Nicolás Urcelay, entre otros ganándose el cariño de su natal Torreón con sus imitaciones de artistas.
Carmen Salinas se va a la Ciudad de México
Carmen Salinas se trasladó a la capital mexicana para debutar en 1953 en el famoso cine Opera de la céntrica colonia San Rafael cantando en el intermedio de películas.
En esos mismos años trabajó haciendo imitaciones y en ‘El Tenorio Cómico’, en el cine Colonial, el Florida y finalmente al teatro Esperanza Iris, que es hoy el Teatro de la Ciudad de México.
Después de una participación en un programa de televisión de corte familiar en 1954, Salinas vuelve a Torreón invadida por la nostalgia de su gente y su tierra.
Un año después, su padre la alentó para que volviera a la capital para buscar fortuna en el por entonces boyante mundo del espectáculo. Sin embargo, al volver tuvo dificultades para hallar trabajo.
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