El paÃs sufre en estos momentos de unas alzas asombrosas, producto de la caristia de los artÃculos de primera necesidad, no es posible que el lunes vayas al súper mercado, colmado o mercado público a comprar un producto X y cuando vas el martes ya tiene un precio más elevado.
Sanemos que
las alzas de los combustibles lo dispara todo, sin embargo cuando se reducen
los precios de estos, nada vuelve a bajar, a simple vista se ve que los
especuladores andan como chivo sin ley, cada quien vende los productos
comestibles al precio que les da la gana, asà no se avanza.
Hay que
aplicar manos duras contra esos desaprensivos que abusan de los ciudadanos, el
organismo del estado que tiene que ver con estabilizar los precios tiene que
retornar a su origen, porque al parecer tenemos vagos que solo cobran en dichas
instituciones, no salen a realizar su trabajo.
La ciudadanÃa
está hastiada del alto costo de la vida, porque además de ello el valor
adquisitivo del peso es cada vez menos, no se puede hablar de construir una
casa, porque por modesta que sea hay que hablar de millones de pesos para su
construcción.
¡Hay que detener la inflación, porque un pueblo inconforme es un peligro
para la paz pública!
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