Cabeza de Toro, Tamayo. Un hombre se suicidó al supuestamente ingerir una sustancia venenosa, luego que desconocidos envenenaran una perra de su propiedad, en el Distrito Municipal de Cabeza de Toro, en este muniicpio.
El cadáver de Antonio RamÃrez, de 57 años de edad y quien no tenia mujer ni hijos, fue encontrado la madrugada de este martes en su residencia, según confirmó el dirigente comunitario, Juan Medina Herasme (El menor).
La muerte de la perra, por la que RamÃrez se habrÃa quitado la vida, es atribuida a criadores que acostumbran matar los carnÃvoros para evitar que sus chivos sean cazados por esos animales.
“Hay que tener muchos cuidados porque el veneno es una cosa que no relaja con nadie. A él disque le envenenaron una perrita que tenia, entonces, como que querÃa mucho la perra también se envenenó”, expresó Medina Herasme.
De acuerdo al Menor, todo el que tiene un chivo en Cabeza de Toro, va a las viviendas donde están los perros a envenenarlos, poniendo en peligro las vidas de las personas, sobre todo, de niños.
“A un sobrinito mÃo, yo le quite un pedazo de salami de la mano que ya se lo iba a echar en la boca, y cuando yo se lo eché a un perrito que habÃa al lado no duro media hora vivo”, indicó.
Dijo, que se reunieron con las autoridades locales y los criadores de los animales con el propósito de evitar que dañen las plantaciones agrÃcolas, pero, que los cuadrúpedos continúan en los patios, las calles y en los conucos.
“Sostuvimos una confrontación con unas personas, por los criaderos, pero, allá el Sindico no pone asunto porque el primer criadero de chivos lo tiene él”, dijo el Menor.
El activista social, criticó que siendo Cabeza de Toro, un distrito municipal, se pretenda criar animales sueltos, dentro de la población y no en potreros.
“Usted va allá cuando esta lloviendo con un pantalón y usted lo que hiede es a chivo. Se pueden criar chivos, pero amarrados y los dueños quieren que le pongan empalizada pero a las plantaciones y sus animales sueltos.
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