La Policía Nacional arrestó a tres personas por la muerte de un niño de un año y nueve meses, identificado como Maikel Esmil Álvarez, en un Centro de Atención a la Primera Infancia (Caipi), ubicado en el sector Pueblo Nuevo de San Francisco de Macorís, provincia Duarte.
Tras el apresamiento, reportados por medios de comunicación locales, los detenidos fueron trasladadas la dotación nordeste de la Policía Nacional.
El fallecimiento se produjo a principios de este mes, cuando supuestamente el infante se ahogó en una cubeta, donde habría permanecido por varias horas antes de ser encontrado.
Asimismo, familiares del menor aseguraron a varios medios de San Francisco de Macorís que la muerte del niño se produjo por “descuido”, ya que cuando fue llevado al centro de salud estaba “negro, morado”.
Investigación
Tras la denuncia de la muerte el Instituto Nacional de Atención a la Primera Infancia (Inaipi) informó que investigan las circunstancias de la tragedia, afirmando a través de un comunicado que cuando tengan los resultados valorarán las responsabilidades y consecuencias.
Días después fueron interrogados más de 30 empleados del Caipi donde falleció Maikel Esmil.
¿Deficiencias?
Por su parte, la Federación Nacional de Mujeres Trabajadoras (Fenamutra) afirmó que no se puede cargar a una persona la muerte del menor, porque se trata de un problema sistémico del Inaipi.
Al expresar su solidaridad a los padres de Maikel Esmil, Fenamutra expresó que la muerte del menor es el resultado de las deficiencias que se registran en el manejo de esos establecimientos.
Ruth Díaz, presidenta de la entidad, aseveró que entre esas deficiencias, el hecho de que el infanta se ahogara en una cubeta porque en ese centro no hay agua en las tuberías, lo que obliga a su personal a valerse de instrumentos como cubos y latas para almacenar el líquido.
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