Comerciante cerrará su negocio por EDESUR

BARAHONA.- Un colmadero denunció este lunes que ya no resiste el “asedio” de las brigadas de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (EDESUR), que lo acusan, erróneamente, de tener una alegada conexión en su negocio “El Junco Prad” fuera del medidor eléctrico.

Sandy Féliz aseguró que ésta siendo “perseguido” por la “Pegase” y EDESUR, quienes lo acusan de tener un alambre fuera de su contador, cuya versión fue rechazada por el comerciante.

Refirió que su colmado fue allanado por un fiscal, policías y soldados del Ejército RD, quienes ocuparon las puertas de su negocio provistos de escopetas y fusiles.

Adelantó que sí tuviera un fraude, no estuviera reclamando por una revisión, además, las facturas no le llegaran tan altas.

Explicó que el pasado sábado pagó casi RD$ 70 mil pesos a una factura entregada por Protecom, y que el lunes la brigada volvió y le cortó el servicio y tuvo que pagar RD$ 36. 800 más.

Dijo que está a la espera de que Protecom le pase dos facturas más a EDESUR para saldar la suma de otros RD$ 54. 000.

Citó que su establecimiento ha sido verificado en dos ocasiones por técnicos de esa empresa, tras una “persecución” de EDESUR, señaló que durante las minuciosas revisiones no hallaron las alegadas anomalías, según aseguró, nunca ha tenido otra línea paralela al medidor.

Atribuyó que ese allanamiento ha dejado un daño a la imagen de su persona y de su negocio, ante la presencia de sus vecinos y clientes, los cuales, pensaron que se trataba de un asunto fuera de lo común por el aparataje militar que montaron en su negocio.

Reiteró que es un “seguimiento” premeditado de EDESUR, porque en 2014 su colmado fue reducido a cenizas por un incendio generado por un alto voltaje y tienen asuntos pendientes casación.

Dijo que está pagando facturas altísimas y que en sus manos tiene 8 reclamaciones para que EDESUR revisara el alto consumo de su negocio, pero nunca han ido a inspeccionar porque no le interesa.

Finalmente, Sandy Féliz, dijo que ha sido empujado por EDESUR a cerrar las puertas de su negocio, en enero, alega que no aguanta las altas y abusivas facturaciones y el asedio de las brigadas a cada instante en su negocio.