ESTADOS UNIDOS.- El 2018 ha sido un año lleno de altibajos para Selena Gómez. La artista tocó fondo tras el verano cuando tuvo que ingresar en un centro psiquiátrico. Ahora, la gran diva de la música, de 26 años, ha sido fotografiada en la víspera de Navidad en Los Ángeles disfrutando de un soleado día en el que estuvo dando un paseo, de lo más deportivo. Parece que, gracias a la vida sana y a la actividad física, la cantante está recuperando la sonrisa y su aspecto vuelve a ser de lo más saludable.
La artífice de Back to you ha sido vista caminando por la ciudad de California con un conjunto de lo más sport compuesto por zapatillas negras, leggins negros y blancos y sudadera con capucha combinada de la firma Puma. Además, llevó gafas de sol redondas, muy de tendencia este año y su melena con un semirrecogido informal. Aprovechando las buenas temperaturas de la ciudad, se calzó las zapatillas para dar una vuelta en medio de la naturaleza.
Parece que poco a poco va recuperando su vida después de que el pistoletazo de salida a su mala racha fuera el fin de una relación sentimental. Fue el pasado marzo cuando se conoció su ruptura definitiva con Justin Bieber, que supuso un shock, no solo para ella, sino para los miles de fans de la pareja. El distanciamiento fue irreversible cuando el cantante de Baby comenzó a salir con la modelo Hailey Baldwin con la que en la actualidad está felizmente casado. Para pasar página, la artista se centró en su trabajo y se refugió en su familia y amigos.
Además de rupturas sentimentales, también tuvo que hacer frente a las críticas de aquellos que criticaron su cuerpo en bikini, a lo que salió al paso publicando un reivindicativo mensaje en sus redes sociales. Tras ello, decidió darse un respiro en Internet y cambió de look, lo que fue interpretado como un nuevo episodio en su vida.
Sin embargo, lo peor vino tras el verano. En octubre se supo que había ingresado en un centro psiquiátrico tras haber sufrido una “crisis emocional”. Selena Gómez tuvo que ser hospitalizada en dos ocasiones debido a una bajada de sus glóbulos blancos. Este descenso puede ser una de las secuelas de su trasplante de riñón. Durante el segundo de sus ingresos sufrió un ataque de pánico. “Se dio cuenta de que necesitaba ayuda adicional para sus problemas emocionales. Está rodeada por toda su familia y tiene mucho apoyo. Se encuentra mejor y está recibiendo tratamiento”, dijo una fuente a la revista People.
Desde entonces no ha hecho ninguna publicación en sus redes sociales y está centrada en su rehabilitación. A la vista está y, tras ver estas imágenes, que alejarse del foco mediático le está sentando a las mil maravillas y parece que poco a poco se encuentra en el proceso para estar al cien por cien.
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