‘Buenos días’ dice un señor sentado en una silla plegable en la acera del Teatro La Máscara, en la calle Arzobispo Portes. Nos saluda a mi hijo Alexis y a mí que, en la Zona Colonial, caminamos hacia la esquina con la Arzobispo Meriño, vía ésta en la cual maceteros con trinitarias aportan encanto al entorno.
Nuestro objetivo es retratar para este artículo en el Listín, la fachada del Colegio de Gorjón o Universidad de Santiago de la Paz, construido en el siglo XVI. Hoy día aquí funciona el Centro Cultural de España. Aunque por la pandemia interrumpió las actividades, su labor regular es tan amplia que hasta tienen computadoras que pueden utilizar, sin costo alguno, los visitantes que acuden a su biblioteca.
En la fachada, considerada como una de las más valiosas que se conservan de esa época en Santo Domingo, resalta el magnífico portal de piedra. Si aguzamos la vista descubriremos las huellas de escudos y blasones que allí estuvieron. Dícese que fueron destruidos durante la ocupación haitiana, en el siglo XIX.
El colegio recibió el nombre de Gorjón por un español, propietario de ingenios en el sur del país, con cuyo peculio se erigió el colegio. En él se enseñaba gramáti
ca, retórica, lógica, física, filosofía, teología, medicina y derecho civil. Para donar, puso como condición que tuviera dos cátedras ‘en las que se pudieran leer gratis todas las ciencias que fueren necesarias para la reedificación de nuestra fe católica’.
Los bueyes de doña Juana
Lo que no puede uno imaginar es cómo, en tan sobria institución educativa, su patio servía de lugar de reposo para algunos bueyes que ocasionalmente en él dormían hasta la madrugada. Es que, según cuenta Juan Alfredo Biaggi en ‘Las mil y una historias de la catedral’, los animales eran propiedad de doña Juana de Mesa, quien estaba ligada emocional y económicamente a la universidad, a cuya capilla asistía a Misa habitualmente. Al ser vecina del lugar, cuando desde su finca llegaban los bueyes cargados los llevaba a pasar la noche en dicho patio, un hecho que escandalizaba a muchos.
Urna en la Catedral
La relación de doña Juana con la iglesia parece que era bastante estrecha, pues entre los tesoros de la Catedral que no se llevó el pirata Drake hay una urna labrada de plata que fue de su propiedad. Lo testimonia una inscripción que dice: ‘Esta caja dio doña Juana de Mesa, mujer de Juan Berrío 1579. Hermana de Pedro Mesa. Asistente que fue de Sevilla’.
Otros detalles
El colegio de Gorjón ocupaba toda la manzana, por lo cual este sector era conocido, incluso en el siglo XX, como Placer de los Estudios. El colegio cambió de nombre a Santiago de la Paz en 1558 al ser elevado a la categoría de universidad.
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