En el año 2019, cuando la República Dominicana se encontraba en el puesto 89 del Índice de Desarrollo Humano, más de un millón 500 mil dominicanos se habían ido del país, es decir, el 14.51 por ciento de la población a esa fecha; en tanto, que había recibido más de 560 mil inmigrantes provenientes de diferentes países.
De acuerdo al informe anual del Centro para la Observación Migratoria y el Desarrollo Social en el Caribe (Obmica), año 2019, un millón 558 mil 710 personas emigraron de la República Dominicana, mientras ingresaron 567 mil 648 hombres y mujeres de otras nacionalidades. Esas cifras, para una población de 10 millones 739 mil seres humanos, representan un 14.51% y 5.29%, respectivamente.
En términos absolutos, la cantidad de dominicanos, que salen del país en busca de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias, es tres veces más que el número de extranjeros que llegan a esta nación con el mismo objetivo. El 58.69% de las personas que salieron del país fueron mujeres, y las que ingresaron representan el 35.65%.
“El hecho significativo de la migración dominicana no es la inmigración, es la emigración. Eso deja dicho que este es un país altamente dependiente de la migración, es un país transnacional; un país con un alto nivel de dependencia de lo que pasa en el exterior”, expresó Wilfredo Lozano, director del Instituto Nacional de Migración.
La población haitiana representa el 98.2% de los inmigrantes que llegaron a la República Dominicana, según la base de datos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, dato que guarda relación con lo registrado en la Encuesta Nacional de Inmigrantes, realizada por la Oficina nacional de Estadísticas en 2012, en el que señalaba que había en la nación 458,233 personas que nacieron en Haití, y que esto era un 87.3% de la población inmigrante.
Tomando como referencias las cifras de Obmica y los datos de la ENI, se puede establecer que la comunidad haitiana creció un 8% entre 2012 y 2019.
En la publicación del Obmica, se hace referencia que el principal destino migratorio de las personas caribeñas fueron los Estados Unidos (con 72% del total), seguidos por la República Dominicana (5,5%, principalmente migrantes haitianos), Canadá (4,6%), España (3,5%) y el Reino Unido (3,4%); y en los últimos años, se ha notado un incremento importante de ciudadanos del Caribe, viajando a diferentes países en Latinoamérica como Chile, que experimentó un incremento del 67% en la migración caribeña entre 2015 y 2019; Perú (19%) y Brasil (12%,), según datos de Undesa 2019.
“El panorama económico de la República Dominicana, fortalecido con el crecimiento constante de su economía (un promedio anual de 6.6% durante los últimos 5 años), sirve de atractivo para miles de migrantes, en especial de nacionalidad haitiana. Según Undesa (2019), existen 500,132 inmigrantes de diferentes nacionalidades caribeñas en este país, de los/as cuales, un 98% serían de nacionalidad haitiana”, señala.
Bridget F. Wooding, directora de Obmica, explicó que los recursos que envían los haitianos a su país, producto de la labor que realizan en la República Dominica, trabajos que no quieren hacer los dominicanos, ayudan al quintil más pobre de personas en esa nación más que las remesas que envían los ciudadanos de esa nación que residen en los Estados Unidos.
“Lo que mandan las personas haitianas para Haití, ayuda al quintil más pobre de personas en Haití, o sea, que hace más bien, tienen más efectos que las remesas que llegan a Haití de los Estados Unidos que pueden ser más bien de clase de más alto nivel”, refirió.
Otra población migrante, importante, que ha llegado a la República Dominicana, es la venezolana. La Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) reporta que de los 4,5 millones de ciudadanos de esa nación que habrían abandonado dicho estado, unos 113 mil 500 se habrían asentado en los países caribeños de Aruba, Curazao, la República Dominicana, Guyana, y Trinidad y Tobago.
“Esta cifra, a pesar de ser pequeña, comparada con los arribos de venezolanos/as en países de América del Sur (en países como Colombia, Perú, Ecuador, Argentina y Chile), es muy significativa si consideramos el tamaño pequeño de los territorios y economías caribeñas, y la incipiente capacidad institucional que existe para poder apoyar e integrar a un número creciente de personas en situación de movilidad”, dice el informe.
La República Dominicana es un importante polo de atracción para migrantes a nivel intrarregional, seguida por Puerto Rico, las Bahamas, las Islas Vírgenes de Estados Unidos, y Guadalupe, que en su conjunto absorberían el 78% de la migración interregional, dice el informe.
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