Asà lo manifestó el médico psiquiatra Secundino Palacios.
Santo Domingo, RD.- El impacto que tiene la COVID-19 en la salud mental de la población ha provocado que el porcentaje de suicidio en el mundo pasó a ser la primera causa de muerte, incluso mayor que por los accidentes de tránsito y las enfermedades cardiovasculares.
Asà lo manifestó el médico psiquiatra Secundino Palacios, al ser consultado sobre el particular en el programa “Asà Vamos, con Héctor Guzmán”, que se difunde cada domingo a las 10:00 AM por TRA Teleradio América.
El facultativo señaló que ya el COVID-19 ha afectado la salud mental de las personas encerradas en sus hogares cambiando el cuadro clÃnico de hace 20 años, cuando se pensaba en un esquizofrénico, que es sólo el uno por ciento de las patologÃas depresivas.
Manifestó que debido a esa situación ha aumentado lo que en psiquiatrÃa se conoce como “el vientre del barrio” (clubes asociaciones de poesÃa coread, danza folclórica, cine).
“Esas actividades sociales han sido atrapadas por el microtráfico, el uso y abuso de sustancias psicoactivas. Desde que uno ve una persona tomando bebidas psicoactivas y otras 42 sustancias derivadas del opio”, agregó.
Agregó que todos tenemos una gran responsabilidad de corregir esa distorsión social, porque ya el narcotráfico se maneja con computadoras, mensajeros y con listas de clientes en los sectores más favorecidos.
“El pánico, el encierro, lleva a miles de seres humanos al uso de sustancias psicoactivas, tratando de evadir, de escapar de la ansiedad, la soledad y el encierro que se verifica desde hace más de un año en el paÃs y el resto del mundo”, expresó el profesional de la conducta.
Precisó que como no tiene otra salida para enfrentar ese cuadro mental que le agobia, el afectado recurre al uso de las diferentes variedades de estupefacientes a los que tiene acceso.
Palacios recomendó a los padres verificar si su hijo o hijos(as) atraviesan una situación de crisis, la que se verifica al volverse irritable, falta de sueño, violento, no sale de la habitación y el abandono de toda actividad laboral y/o familiar.
“Esta persona deja de asearse durante varios dÃas. Sale sólo para comer o comprar o a recoger la droga que le llevan. Si esa es la situación, esa persona debe ser llevada al médico de inmediato”, agregó.
Sin embargo, expresó que desafortunadamente, el paÃs tiene la limitante de que la mayorÃa de los hospitales no tiene una infraestructura adecuada para esos fines y que el hasta hace unos años existÃa, el del kilómetro 28 de la autopista Duarte era un “almacén de enfermos mentales”.
El facultativo sugirió en ese sentido la creación de unidades de intervención en crisis en cada hospital general, con mecanismos adecuados para que el paciente no se fugue y un personal preparado para asistirlo permanentemente.
De otro lado, el doctor Palacio recordó que el actual presidente, Luis Abinader, prometió en su discurso de toma de posesión, que iba a sacar las drogas de las calles, resaltando que si se logra materializar salvarÃa a miles de hogares afectados con familiares afectados por el consumo de sustancias controladas.
Observó que el paÃs carece de espacios para albergar a las personas discapacitadas para siempre, debido al consumo de sustancias alucinógenas, las que dijo representan una carga económica para una familia independientemente de que sea rica, porque sus recursos no alcanzarÃan para rehabilitarlo.
“ImagÃnense una familia pobre, la que regularmente deja su pariente en la calle y las instancias estatales no alcanzan por ser muy débiles. Ahora mismo, no tienen espacios para acoger la cantidad de personas en esas condiciones”, manifestó.
De igual forma criticó que ninguna aseguradora cubra “una sola consulta de salud mental y ni qué decir del costo de los medicamentos para un enfermo mental, un adicto o un depresivo, por los altos precios de un fármaco”.
Salud mental
Respecto a los efectos negativos que provoca a la salud mental el individuo la definición incorrecta confinamiento, a la disposición gubernamental de permanecer en sus hogares para evitar el contagio del COVID-19, “porque huele a cárcel, prisión”.
Sostuvo que lo correcto debió orientar la población para que se cuidara protegiéndose uno a otro, dentro del ambiente familiar.
En ese sentido señaló que la OMS definió la salud mental con un concepto que ser revisado, “porque l concepto de la salud mental va más allá de la definición dada por la OMS, de que es el máximo estado de salud mental, biológico, psicológico, social y cultural, es decir la relación del individuo con la sociedad y la cultura”.
Añadió que por una persona no padecer una enfermedad fÃsica, pero estar sin trabajo, carecer de alimento, vivienda, vivir al margen del disfrute de bienes materiales, no quiere decir que tenga una salud mental sana.
Recordó que actualmente existe un proceso de concentración de riqueza en el mundo en la que el 87.6% del mundo se queda en manos del 1% de la población en la República Dominicana, Gran Bretaña, Canadá, España, Italia…, donde hay un proceso de empobrecimiento creciente de marginalidad.
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