SANTO DOMINGO.- Hoy se cumple el 56 aniversario de la segunda intervención norteamericana a la República Dominicana, acaecida el 28 de abril del 1965 cuando 42 mil marines desembarcaron en Santo Domingo para enfrentar las fuerzas cívico-militares que propugnaban por el retorno de Juan Bosch al poder, luego de ser derrocado en el 1963.
La operación fue denominada Power Pack y fue autorizada por el presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Jhonson, bajo el pretexto de evitar el surgimiento de otro gobierno comunista en la región y de salvar vidas e intereses de su país.
En principio solo eran soldados norteamericanos, pero Estados Unidos logró que la OEA conformara la “Fuerza Interamericana de la Paz”, conformada por 42,000 militares, aunque la gran mayoría eran de ese país del norte.
El 15 de mayo del 2016, la OEA aprobó una declaración de desagravio a la República Dominicana por haber avalado la intervención militar en el país.
Los invasores llegaron al territorio dominicano luego de cuatro días de enfrentamiento entre los bandos “leales” que apoyaban el régimen que se estableció luego del derrocamiento de Bosch y los “constitucionalistas” que planteaba el retorno de Bosch y de la Constitución de corte progresista que había promovido y promulgado en su corto mandato de siete meses.
Cuando llegaron los soldados extranjeros era un hecho el triunfo de los constitucionalistas, quienes lograron amplio respaldo dentro de las fuerzas armadas, así como de la población civil que se lanzó a las calles a luchar por el regreso de Bosch.
Una vez desembarcaron, los soldados tardaron poco tiempo para controlar la situación, aunque los constitucionalistas mantenían el control de ciertos puntos sobre todo en la capital.
El 30 de abril se logró un alto al fuego y el cinco de mayo se firmó un acuerdo entre el coronel Benoit, por los “leales”, y el coronel Caamaño por los constitucionalistas, y un comité especial de la OEA.
Este acto buscaba un total cese de fuego, el reconocimiento de una zona de seguridad internacional, un acuerdo para ayudar a los organismos de socorro y la inviolabilidad de las misiones diplomáticas.
El acuerdo no logró detener los enfrentamientos que se mantuvieron hasta el 31 de agosto, hasta que se declaró una tregua. Ya para entonces los extranjeros habían tomado el control de la capital. Los militares abandonaron el país en septiembre de 1966.
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